Una Infancia Marcada por la Adversidad
Un 25 de julio de 1983 en Caguas, Puerto Rico, nació José Orlando, un niño cuya vida estaría marcada por grandes retos desde su inicio. Criado en un residencial público de Cayey, José vivió en carne propia lo que es crecer rodeado de violencia y abuso. El abuso y control territorial por parte de los delincuentes del lugar provocaban una constante sensación de inseguridad a quienes vivían ahí.
“Crecí acostumbrado a ver el abuso, la codicia y el maltrato a mi alrededor. Eso me creó un trauma psicológico tan fuerte, que llegué al punto de no poder confiar ni en mí mismo”, nos cuenta José.
“Luz al Final del Camino”
Desde niño, José fue influenciado por la música trovadora y por artistas como Felipe Rodríguez "La Voz" y el Trío Los Condes, entre otros. Más tarde, a sus nueve años, la música de DJ Kool Herc, las reflexivas letras de artistas como KRS-One, Canserbero y Vico C, despertaron su pasión por el Rap y el Hip-Hop. Por cierto, fue en medio de un concierto de Vico C en Cayey cuando José supo que quería dedicarse a la música, pero aún faltaban varios sucesos que le prepararían para cumplir con su verdadero propósito.
“Infinito apetito desde muchachito jovencito
Destacado en el manuscrito del papelito”
(“Fénix”)
Una Semilla fue Sembrada
Poco después del concierto del Filósofo, José presenció una intervención de la Guardia Nacional en su residencial. Ver a estas personas uniformadas, tomando control de la situación que por años oprimía al lugar y ejerciendo autoridad sobre los delincuentes, dejó una impresión duradera en el joven José…
Lleno de admiración y curiosidad, José se acercó a los soldados y uno de ellos [quien al parecer pudo identificar emoción en sus ojos] le dijo unas palabras que jamás olvidará:
“Puedes lograr lo que quieras, siempre y cuando tengas disciplina, te eduques bien y no dejes que los demás controlen tu vida. Tú controlas tu vida.”
Esta corta, pero significativa interacción fue como un faro de esperanza para José, que le alumbró un camino muy diferente al que por mucho tiempo vio a su alrededor. La disciplina y el orden que representaban los militares contrastaban fuertemente con el caos con el que creció; esto le inspiró a crear para sí mismo una vida diferente...
En sus Palabras
“Crecí en un ambiente donde los hijos y sobrinos de quienes controlaban esos espacios abusaban de los niños sin padres. Yo mismo me crié sin padres, siendo uno de seis hermanos, y viví situaciones muy difíciles. Al ver a la gente en uniforme, pensé: "Quiero ser como ellos", porque vi cómo tomaron control de la situación y enfrentaron a los que controlaban el caserío, que no estaban preparados para ellos. Eso despertó en mí el deseo por unirme a la milicia.”
Como relata en su canción “Fénix”...
“En la oscuridad me encontraba perdido
Con el corazón herido sin saber qué hacer
Pero en lo profundo encontré la fuerza
Para levantarme reubicarme y prevalecer”
Letras, Música e Inspiración
A sus 11 o 12 años, José descubrió las obras de Marco Aurelio, lo que —además de despertar su pasión por la lectura— encendió su interés por la filosofía y la lógica. Esta sed de conocimiento le dio las herramientas que más tarde le ayudarían a procesar sus experiencias y canalizarlas en su arte.
A sus 13 años, la familia de José se mudó a Lancaster, Pennsylvania. Este cambio de escenario le brindó nuevas oportunidades para explorar su pasión por la música y educarse. Comenzó a escribir sus propias canciones y a desarrollar su estilo, fusionando sus raíces puertorriqueñas con las influencias del Hip-Hop estadounidense.