Ilustres
Ángel Rivero Méndez, hijo de Juan Rivero y Rosa Méndez, naturales de las Islas Canarias, nació en 1856 en el municipio de Trujillo Bajo (hoy un barrio de Carolina). Inició su formación militar en la Academia de Infantería de Puerto Rico y continuó sus estudios en las academias militares de Toledo y Segovia entre 1885 y 1889, especializándose en artillería y obteniendo el grado de ingeniero industrial. Durante su tiempo de estudio, mostró su inclinación por la escritura al publicar un libro sobre la ciudad de Toledo. Con el tiempo, Ángel fue un destacado militar, escritor y defensor de la soberanía española en Puerto Rico.
Realizó sus primeros estudios en el Colegio de los jesuitas de Santurce. En agosto de 1879, ingresó en la Academia de Infantería de Puerto Rico y en julio de 1882 obtuvo el empleo de alférez de Infantería. Durante su carrera militar, fue destinado a diferentes lugares y ocupó diversos cargos, incluyendo profesor en el Instituto Civil de Segunda Enseñanza.
En 1891, regresó a Puerto Rico y en 1896 alcanzó el rango de capitán en el ejército. Sin embargo, ese mismo año decidió retirarse del servicio activo y pasar a la reserva. A raíz de la publicación de un artículo de ideología política en el periódico "La Integridad Nacional" donde apareció su nombre, fue arrestado y encarcelado en El Morro por quince días. Los militares no podían intervenir en temas políticos.
Durante su estancia en prisión, solicitó su baja total del ejército, pero el gobernador Macías le pidió que se uniera a la defensa de la capital y lo nombró gobernador del castillo de San Cristóbal.
Durante la Guerra Hispano-Americana, Rivero tuvo un papel destacado al comandar las baterías de cañones y obuses en el Castillo de San Cristóbal. Hizo el primer disparo de la guerra en Puerto Rico contra el barco Yale, que bloqueaba el puerto de San Juan. Por su valiente actuación, recibió varias condecoraciones, incluyendo la Cruz de la Orden del Mérito Militar de 1ra Clase con distintivo rojo.
Aunque inicialmente había regresado al servicio activo en el ejército con la intención de documentar la guerra, finalmente abandonó la milicia después del conflicto y se convirtió en un exitoso comerciante. En 1902, poco después del fin de la Guerra Hispanoamericana, Ángel fundó la fábrica de sodas "El Polo Norte", donde creó la famosa Kola Champagne. Mientras se dedicaba a la elaboración de esta bebida, Rivero también se embarcó en la tarea de escribir su libro titulado "Crónica de la Guerra Hispanoamericana en Puerto Rico".
Su fábrica, que producía y envasaba bebidas gaseosas, sodas y sifones, sigue siendo recordada en la actualidad, con su fachada casi intacta en la calle Tetuán, en el Viejo San Juan.
Después de la entrega de Puerto Rico a los Estados Unidos, Rivero rechazó ofertas de empleo tanto del gobierno estadounidense como del gobierno autonómico. Se dedicó al periodismo y continuó defendiendo la cultura hispana y criolla de Puerto Rico. En 1927, fundó la Legión Hispano-Americana de Veteranos de la Guerra, una organización dedicada a honrar a los caídos de ambos bandos en la guerra.
Trágicamente, el 23 de febrero de 1930, Ángel Rivero Méndez se suicidó en su casa, aparentemente debido a una profunda depresión. Su legado como militar, escritor y defensor de la soberanía española en Puerto Rico sigue siendo recordado en la historia de la isla.
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