Nuestra gente

Hablando con Misael

ESCRITO EN
Apr 20, 2022
ÚLTIMA EDICIÓN
September 30, 2022
Emmanuel Pérez
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Quizá estés aquí por un video publicado en FB el 30 de septiembre de 2022. De ser así, lee esto:

Ahora sí; aquí el artículo original:

20/abril/2022

«Mi nombre es Misael Mahonés Viera, tengo 28 años, soy mitad hindú y mitad boricua. Nací en Santurce, viví un tiempo aquí en la Urb. Los Ángeles en Carolina, estuve un año allá afuera, después en Canóvanas y un año en Arecibo. Estudié en la Escuela Julia De Burgos, amo el deporte, amo la iglesia y quisiera trabajar y estudiar Personal Trainer. Tengo mucha fuerza; desde chiquito me paro con los dedos de las manos como Bruce Lee, sin saber ni quién él era.»

Odio y maldad

«La gente me ve y me humilla; se burlan y me gritan un montón de cosas. Yo no sabía que existía esa maldad –¡y mira que yo hice maldades de pequeño!– pero nunca me burlé de la gente así.

Desde que yo llegué, mi pai me decía: “¡Tú eres negro, yo soy blanco y la boba esta es tu mai! Ella que te aguante to'as las mierdas, que yo estoy con mi hijo...”, y me separaba de mi hermano. Mi mai sufrió tanto maltrato, que se enfermó.

La misma familia a veces odia a uno por un lunar, por un parecido, un chillo, un descuido o cosas así...

De pequeño peleé, fui rebelde y mal educado; los adultos me maltrataron y me obligaron a dejar de ir a la iglesia; me quitaron los juegos electrónicos y los juguetes. Viviendo en Arecibo, mi mai desgraciadamente murió.

Mano, se me paran los pelos cuando te hablo de esto...

Desde que esa mujer murió, to' el mundo cogió pa' su lau y -a los que me querían- les prohibieron estar conmigo. Mi familia no confiaba en mí y se preguntaban cómo ella se atrevió a adoptarme.»

«Tras su muerte, mi familia me robó mis cosas, papeleos y to' eso. Se fueron, me trancaron en psiquiatría seis años y nunca me visitaron. Un hermano mío murió... La maldad no tiene fin, pero va a ser juzgada.

De chamaquito robé cinco veces en esta misma comunidad; robé dulces, un animal y una bicicleta pa' dársela a un amigo mío, pero ya no soy el mismo. Aunque la mayoría no lo cree, nunca he asaltado, matado, violado, cogido una pistola, ni uso drogas.»

Vida en la calle

«Me he visto deambulando casi toda mi vida. A mis 19 dormía con mi mai; luego estuve 6 años en psiquiatría y ahora mismo llevo 3 años caminando por ahí, sin techo. Estos días me estoy quedando en casa de mi abuela aquí en Los Ángeles mientras ella está en el hospital, pero si le entra una loquera y le da con botarme, yo estaría solo, muriéndome en la calle.

No sé ni cuánto peso ahora mismo; ni mirarme en un espejo puedo a veces. De vez en cuando me miro en el reflejo de los cristales o retrovisores de los carros, pero la gente enseguida grita “¡Mera, ¿qué tú haces!?” y me tengo que ir.»

2019

«Ahora mismo tengo un dolor de huesos y espalda bien fuerte porque hice mucha fuerza. Siento que he bajado de peso; no he dormido muchas noches porque al estar en la calle a veces no da el tiempo ni hay lugar dónde evacuar, orinar o bañarte y la gente siempre te está velando. Si aparece un chivo pa' hacer par de pesos, no te pudiste bañar; entonces como estás deambulando y nadie te cree; te pueden confundir con un drogadicto, con un pillo y no confían. Es bien difícil...

En la calle me han dado prendías, escalpizas dos o tres veces pensando que era un pillo, pero Dios me libró de todo y simplemente me aferré a él. Fui preso varias veces por fabricaciones, pero tengo el récord limpio.»

Sustento, hambre y salud

«Hago de todo, menos mecánica, plomería o electricidad. Levanto cualquier cosa; tengo mucha fuerza, aunque ya estoy que no puedo (por el dolor). Quizá la gente me ve vestido de una forma y piensan que yo estoy bien, pero a lo mejor fue que me regalaron la ropa ese día.

Yo estoy bien, pero estoy débil físicamente; no he comido bien por meses. Por ejemplo, yo no he comí'o na' hoy; tú me salvaste (eran las 9:15 pm cuando me dijo eso). No tengo ni siquiera Ensure, leche, Cresto o vitaminas para poder ayudar a mi abuela, buscar trabajo y meterme al deporte. Tengo que dormir, buscar cómo darme masajes y seguir en la iglesia que me ayuda.

No he recibido mis cupones, sé que tengo un cheque mensual por ser paciente mental, sé que tengo derecho a ser humano, pero no he podido orientarme y caminar.»

Guerra espiritual, conflicto emocional

«Entre la brujería y otras cosas, me han hecho la vida imposible. Mi familia se dividió hace años porque unos son cristianos y otros bregan con brujería.

A lo largo de mi vida perdí amigos y hasta vi a mi pai muerto en el piso, pero todo cambió cuando tuve una revelación de Jesucristo. Ahora hago oraciones, toco guitarra, escribo canciones y tengo un sinnúmero de ellas en distintos géneros cristianos.

Antes yo era como que “Hey! ¿Qué es la que hay?”, pero ese muchacho ya no existe: murió con tanta cosa que vivió. Yo lo que quiero es conseguir un trabajo, seguir yendo a la iglesia y ayudar a mi familia.»

2019

Mi dolor

«Yo no juego, yo soy una persona sufrida que lo único que quiero es mi deporte, hacer todo bien y ayudar a la gente que ha pasado por lo mismo que yo o peor. Tengo mi testimonio espiritual y he aguanta'o mi cruz; lo que puedo es amar, perdonar y aconsejarles consejos del Altísimo. Mi lenguaje y manera de ser cambió.

Mi único dolor es que mi cuerpo sufre, que mi familia se apartó de Dios y que quiero ayudarlos y no puedo. Ahora mismo no tengo na', pero Dios me llamó a predicar su palabra. Estoy apesta'o de la vida, pero no me quiero morir porque quiero ayudar a mi familia.

¿Qué será de mí? Yo no sé, pero voy a tener que hacer mi cita para un apartamento y orientarme de todo lo que uno se orienta cuando uno sale de psiquiatría.

Desde nene me han pasado muchas cosas, pero lo que hice fue aferrarme más a Dios; es lo único que tengo...

He estado solo toda mi vida. Ya yo estoy acostumbra'o a esta cruz.»

-Misael

Así empezó todo

Conocí a Misael hace unos días, mientras hacía fila para comprarme algo de comer en Yat Sing (“los chinos” de Laguna Gardens). Antes de entrar, mientras miraba el menú que tienen en la puerta, veo que este muchacho se acerca a mí. Solo iba de camino a la puerta, pero “uno nunca sabe”, so en silencio metí la mano en mi bolsillo, por si hacía falta estrenar mi “pepper spray”, pero no fue así...

Casi un minuto después, veo a este joven sacar un montón de menudo para pagar por algo que subía como a $13 y pico. Aunque parecía ilógico, al ver tantas monedas y un billete por ahí enreda'o, pensé “quizá le dé” y piché por un momento, pero -al terminar de contar- la cajera le dice que no le da ni para la parte más pequeña de su orden (además de una combinación, pidió algo más pequeño).

Tan pronto mis nervios me permitieron, dije a la cajera que me lo cobrara a mí y le diera la orden completa (cosa que quise hacer desde que entré al lugar y le vi contando el menudo). Solo quienes sufren de algún nivel de ansiedad social sabrán por qué tardé tanto en actuar.

Al hacer mi orden, me senté a la mesa con este desconocido (a quien casi rocío pimienta en los ojos minutos antes) y de ahí salió todo lo que leíste arriba...

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A todos nos ha pasado; no nos hagamos los perfectos y hablemos claro: establecer un juicio sobre alguien, es algo que pasa en cuestión de segundos e incluso es parte del mecanismo de defensa de las especies. Es lo que hacemos después de ese instintivo momento inicial, lo que sí podemos hacer por decisión: recopilar datos y decirle a nuestro cerebro: "no todo es lo que parece, tranquilo".

Nota de su hermana

Su hermana, Johanna Mahonés, escribe:

“Quisiera expresarme con respecto a esta situación, ya que Misael es mi hermano y no todo es como se pinta...

Mi hermano no es mitad hindú y mi madre no lo adoptó; lo parió y bien pujado. Misael es 100% boricua y mi madre está viva, joven y viviendo su vida lo mejor que puede a pesar del cansancio de la carga y el dolor que supone para ella y para nosotros el estresarnos con la salud mental de mi hermano.

Él nos ha echado la culpa de sus desgracias, cuando han sido sus decisiones las que lo han llevado a estar así. Tiene 28 años, pero mente de 14; de niño fantasioso que se vive la película y que en ocasiones no entiende; cree que ponerlo en su sitio significa que uno no lo quiere, pero él no está tan loco nada, porque para inventar mentiras tan estratégicas como estas, se requiere de planificación previa de una persona con un buen intelecto.

Si usara su cerebro para tomar buenas decisiones, no estuviera pasando necesidades. Lo hemos ayudado mucho se nos han ido miles de dólares. Mi madre gastó sus ahorros en él, con el cuento de la pena, porque ya nadie quería ayudarlo. Al final no sirvió de nada porque mi madre ya no tiene sus ahorros y mi hermano malgastó el dinero para volver a pedir más. Él podría ganar la loto con varios millones e igualmente se irían a la nada porque mi hermano no tiene capacidad de hombre; es un adolescente atrapado en ese cuerpo.

Íbamos a traerlo a Estados Unidos, pero como nos amenazó de muerte a todos, lo dejamos en Puerto Rico. Yo le dije en estos días que buscaré la manera de descargar una app de algún supermercado de PR que le quede cerca a ver si le hago una compra de alimentos online, pero dinero en efectivo no le voy a dar.

No haré caso a las incoherencias que dice mi hermano, ni le reclamaré ni reprocharé nada, porque decir que es mitad hindú y decir que mi madre está muerta y que lo adoptaron, me hace ver que su cordura está peor de lo que creíamos; solo haré lo que pueda hacer.

A pesar de todas las mentiras que él ha dicho sobre la familia, es un ser humano que necesita cubrir sus necesidades básicas como comer, asearse, etc. Con toda sinceridad agradecería que quien pueda entender esta situación sin juzgar lo ayude si puede con donaciones (ya sea comida ropa y lo que puedan). Y quién sepa algo de psicología y entienda que mi hermano es una persona con una capacidad menor a la de su edad y que lo que está haciendo es un disparate con su vida y quiera ayudarlo por hacer un bien al prójimo, se le agradece.

Yo busqué varios albergues de ayuda, pero no funcionó. Hable con las oficinas de salud mental en PR y me colgaron el teléfono; no quisieron ayudar a mi hermano. Quien quiera ayudar, me puede contactar por mensaje privado para donaciones y ayuda. Muchas gracias.”

Emmanuel Pérez
No me gustan los títulos; si dices muchos, suena a guille y si usas uno, creen que es lo único que puedes hacer.

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